21.12.15

Resistiré de nuevo #20D

Mi mantita viene a contaros los resultados de las elecciones generales. Los debates dejaron de parecerle interesantes, pero no se va a quedar a gusto hasta que no diga un par de cosas sobre lo que finalmente ocurrió ayer. No viene a contaros los resultados, presupone que los sabéis porque estáis en el mundo y es imposible a estas alturas no haberse enterado. Y si no lo habéis hecho es que no os interesa y tampoco os va a interesar este blog.

Viene a deciros que está indignada por muchas cosas. Por mucho que discutan sobre quién ha ganado y quién ha perdido, la realidad es que todo el mundo ha salido mal parado de estas elecciones. El bipartidismo ha perdido votos, los nacionalistas se han visto superados por los emergentes, los emergentes no han cumplido con sus expectativas, los miembros de Izquierda Unida deben estar pegándose contra las paredes y hay otros partidos que se han quedado fuera teniendo más votos que algunos que están dentro. Pues al final os ha hecho el resumen, luego os quejaréis.

Pero a lo que íbamos, ¿por qué está tan indignada mi mantita? Principalmente porque es una mantita muy roja (vale, es blanca, ya lo sabéis los que la habéis visto, pero ella se siente así, que sois mucho de juzgar y uno puede ser del color que quiera por dentro). ¿Y qué les ha pasado a los rojos en estas elecciones? Parece que todo ha jugado en su contra.

En primer lugar, se han estampado contra una ley electoral muy injusta. Y sí, al no hacer el reparto de escaños con circunscripción única, realmente los beneficiados son el PP y el PSOE, que consiguen escaños con más facilidad en las provincias pequeñas que tienen poco que repartir dejando fuera al resto de candidaturas.

Es simple ver que a los que quieren un gobierno de izquierdas la ley actual les perjudica claramente, ya que es el PP el partido que saca con mayor facilidad un escaño (en número de votantes por cada escaño), llegando al extremo tan exageradísimo de IU, que está casi condenada a desaparecer, como UPyD, de seguir con esta ley. Porque los rojos de pueblo tenemos muy asumido que, o nos ponemos de acuerdo para conseguir que nuestro voto vaya a ese partido que quizás consiga arrebatarle un escaño al PP, o estamos tirando nuestro voto.

Y es que da mucha pena ver que casi un millón de españoles es menospreciado por la ley electoral porque "no viven todos en el mismo pueblo". A este paso, o cambian la ley electoral (cosa difícil por lo que comentaremos después) o lo mejor será que todos los #Garzoners se creen un pueblo en alguna parte, así al menos tendrán alguna posibilidad.

Este tema, como veis, calienta mucho a mi mantita. No termina de entender eso de que gobierne la "lista más votada" cuando, en realidad, la izquierda suma más votos. Pero claro, no solo pierden escaños, sino que encima se pisan entre ellos. Se ha publicado también hoy cuál hubiese sido el resultado de haberse presentado como un partido único IU y Podemos. Este dato no es sólo interesante por el hecho de que IU+Podemos pasen de 71 a 85 escaños, sino porque PP+C's perderían 13 escaños. Y aún nos quieren hacer creer que la derecha tiene más apoyo ciudadano que la izquiera.

La realidad, en votos, es que PSOE (sigamos suponiendo que es de izquierdas), Podemos, las confluencias e IU suman el 46,34% de los votos. La derecha, suponiéndola formada por PP y C's suma el 42,65%. Si esa izquierda no consigue ponerse de acuerdo para evitar un gobierno de derechas, ¿cómo piensan que nos sentiremos la mayoría de los españoles? Nuevamente, indignados, y estafados. Ya no hay sólo una ley injusta, sino una incapacidad por parte de los dirigentes de entender las necesidades de los votantes y lo que les están ordenando con su voto. Porque sí, los representantes del pueblo deben ser eso, y no están ahí para hacer lo que quieran sino lo que la gente espera de ellos.

Pero aún hay otra cosa que indigna a mi mantita. Nos han metido en vena que el senado no vale para nada. Quizás no les falte razón. Y qué ha pasado, tenemos un senado con mayoría absoluta para el PP, uno de los pocos partidos que tiene claro que NO piensa consentir ningún cambio en la constitución. Y a dónde nos lleva eso, pues a un parlamento lleno de partidos con ganas de hacer cosas, representando a una mayoría (no estrictamente bien representada como hemos dicho, pero bueno, ahí está) que pide cambios, y que se va a chocar una y otra vez contra un muro porque "yo no voto al senado porque no sirve para nada" o "voto nulo porque yo lo quiero es que disuelvan el senado". Gracias, sobre todo a los que os quejáis de que las cosas están mal y ni os molestáis en pensar cómo se cambian las cosas para votar en consecuencia y conseguir lo que creéis que es mejor para el país. De verdad, un besito, y ya podéis iros todos a tom*******.

En fin, como bonus track os dejo un vídeo, que ya hace cuatro años expresaba a la perfección cómo me sentía respecto a los resultados de las elecciones generales, y que por desgracia hoy sigue estando al orden del día. Este país necesita un cambio, un cambio de verdad, integral, en muchos aspectos. Yo (y mi mantita también por supuesto) quiero que ese cambio sea hacia la izquierda, pero aunque no fuese así, de estar en el gobierno haría lo que fuera sólo porque hubiese un cambio. Y si finalmente vuelven a investir a Rajoy...pues resistiré.


8.12.15

Hoy he estrenado mantita #7DElDebateDecisivo

Pues hoy he estado viendo el debate del grupo Atresmedia. Y sí, la entrada se titula "hoy he estrenado mantita" porque es lo más interesante que os puedo contar sobre lo que ha pasado esta noche. En cuanto al debate, me cuesta encontrar algo que merezca la pena comentar, de verdad. Por eso esta noche ningún partido político (o candidato/representante) ha ganado, nadie ha destacado ni respecto a los demás ni respecto a despertar un nivel mínimo de interés en el espectador.

Aunque intentaremos analizar un par de cosas. En primer lugar, diré algo sobre los candidatos, que seguro que es lo que más os interesa a todos. Cabe destacar en primer lugar la aparición de una representante del Partido Popular, que en mi opinión ha llevado al resto de candidatos a focalizarse en el "ahora tengo a alguien del PP delante al que echarle en cara todo lo que antes tenía que decir al aire". Y todo sea dicho, ella lo ha defendido muy bien. No porque me haya creído una sola palabra de lo que ha dicho, que no lo he hecho, porque ya he escuchado bastantes cifras estos años como para saber qué información se esconde detrás de las cifras; sino por su convencimiento, ya que la clave para convencer a otro de tu basura es creértela.

En cuanto a los demás candidatos, muy brevemente, diré que:
Pedro Sánchez se ha venido muy arriba, apoyado en la fuerza de tener a su adversario claro de pie frente a él, y que gracias a dios ha venido más preparado con alguna propuesta con más cuerpo, aunque muy en su línea;
Albert Rivera de nuevo ha resultado muy cómico por su nerviosismo, con los mismos planteamientos de otros debates y sin añadir nada nuevo, y aunque es aplicable a los demás, es curioso lo mucho que juega en su contra no disponer de un atril tras el que guarecerse;
Pablo Iglesias, al que elogié en mi anterior entrada (aprovecho para meter publicidad y recomendaros que leáis la anterior entrada sobre el debate del 1D organizado por El País) por la claridad con que había enfocado sus respuestas centrándose en las propuestas, y por su minuto final pidiendo democracia, esta vez ha resultado ser uno más, diciendo lo mismo de siempre, sin mencionar apenas propuestas, y con un minuto final de retahíla de motivos por los que no votar a los demás, de verdad, por favor, ya lo sabemos, dejad de atacaros.

En segundo lugar me centraré en el poco jugo que se le puede sacar a esta experiencia: el formato del debate. Para los que no lo hayáis visto, el debate se desarrollaba de una forma normal a excepción de los turnos de palabra, que no estaban limitados. Esto implica que cada candidato podía hablar tanto tiempo como quisiera, y el turno pasaba de unos a otros, normalmente, "por alusiones".

Me parece una pésima forma de debate, en base a lo acaecido. Quizás, de forma teórica, permite un debate mucho más libre y más fluido. Pero en la práctica hemos podido observar a candidatos que no saben debatir, que se atacan constantemente y se pisan los turnos de palabra, que no bajan a la realidad del tema que se aborda y que intentan pasar cada tema dando motivos por los que quedar por encima de sus contrincantes.

Esto es, en gran medida, culpa de los cuatro participantes, por la incapacidad de todos ellos de llevar a cabo un debate real, en el que cada uno plantee sus posturas, y las defienda ante los demás, y las argumente. Por tanto sí, esto se debería decir más, nuestros candidatos políticos no saben debatir, y no me quiero imaginar cómo debe ser una jornada de un día cualquiera en el Congreso.

Pero ante esa incapacidad, y ante la imposibilidad de enseñarles a debatir de verdad, creo que no queda más remedio que cosificar más la estructura de debate, para obligarles a bajar a la realidad de las preguntas y, por tanto, tener una labor más fuerte por parte del moderador, por muy fea que quede esa figura del moderador cortante que guía, estructura, y repregunta cuando se evita dar respuesta.

Yo, no se vosotros, no veo un debate para que me recuerden los casos de corrupción que han aflorado los últimos años, o el número exacto de desempleados que hay actualmente y que había hace cuatro años, de eso ya se habla todos los días en los telediarios y no necesito a un representante político para que me lo diga a falta de dos semanas para las elecciones.

Yo veo un debate para comprobar los puntos de vista de esos representantes sobre los temas que de verdad me preocupan. Y esto significa verles posicionarse, y verles justificarse. Quiero oírles decir por qué apoyan sus medidas y no las de los otros partidos, en qué se basan, y quiero ver cómo defienden ante personas con pensamientos totalmente opuestos a los suyos por qué sus medidas son las mejores para el país.

Y eso es lo que quiero ver, mientras los debates sirvan para escuchar una y otra vez las mismas frases propagandísticas o de ataque hacia los otros candidatos, mi interés será nulo. Así que sí, hoy he estrenado mantita, es super suave y calentita, y muy bonica además. Las noches que voy a pasar en el sofá con ella no viendo más debates políticos.

1.12.15

#ELPAISDebate

Os dejo en esta entrada mi opinión sobre el ‪#‎ELPAISDebate‬ no sin antes agradecer que se lleven a cabo este tipo de debates. 

No comentaré nada sobre la ausencia de Rajoy, porque podéis imaginar lo que me parece, lo triste es que sus votantes no se den cuenta. Lo que me parece muy importante resaltar es lo que a Rajoy no le ha debido parecer muy importante, y es que con debates como este podemos comprobar cómo son realmente los distintos candidatos, y cómo se van a comportar a la hora de la verdad, cuando no les queda más remedio que salirse de sus esquemas e improvisar ante un adversario.


Aún más allá, de verdad agradezco que se haya llevado a cabo de la forma en que se ha hecho, a través de Internet y fomentando la participación ciudadana en las redes sociales, porque es sin duda el futuro de la política, y va siendo hora de dejar atrás las formas de toda la vida y asumir que el mundo ha cambiado. 


Dada esta introducción, podemos analizar un poco lo que ha aportado cada candidato:


Tenemos a Pedro Sánchez haciendo constantes referencias al pasado y al PP, y no aportando nada. De verdad esperaba algo más, aunque esperaba que no pudiese llegar al nivel de los otros dos candidatos, sus discursos estaban muy estudiados y en los momentos en los que se ha salido de su guión no ha sabido ir más allá de los ataques y el no escuchar al contrario, dando lugar a faltas de respeto en el turno de palabra. 


Albert Rivera por su parte a realizado multitud de ataques a los otros candidatos e interrupciones en sus discursos, así como Pedro, cayendo en discusiones que no permitían escuchar las palabras de ninguno de los dos candidatos. Se ha querido plantear como el partido con propuestas, con soluciones, y ha intentando venderse a toda costa. A mí personalmente me ha resultado de poco interés, salvo por alguna propuesta concreta, aunque eso sí ha aportando más que el PSOE.


Por último, Pablo Iglesias ha resultado el candidato más amable, haciendo función de moderador, con puntos de humor y tratando de amenizar al espectador y hacerle algún guiño, probablemente una postura favorecida por su profesión. Se ha centrado mucho en la enumeración de sus propuestas, echando en cara a los demás candidatos cuando no respondían a lo que se les pedía en las preguntas, y en algunos casos incluyendo dentro de las suyas las propuestas de otros partidos y superándolas con creces.


Para mí el momento clave ha sido el minuto final de Pablo, en el que no ha tratado de venderse, pidiendo a la gente que se lea los programas y piensen bien qué significa su voto en estas elecciones. Gracias de verdad por ese detalle, entiendo que en campaña al final un partido tiene que vender su postura para conseguir el voto indeciso, pero es importante recordar que al final votamos propuestas, y hay que votar en base a nuestra ideología y nuestra forma de entender nuestro país.


Me parece importante resaltar que nunca me ha caído muy bien Pablo Iglesias, pero en este debate me ha sorprendido su madurez y precisión, y creo sin duda que, entre estos tres candidatos, prefiero que él sea el próximo presidente.


Y bueno, ¿vosotros quién pensáis que ha ganado el debate?

3.11.15

Una tontería, 20 niveles.

Vengo a hablaros de una de esas cosas que, no se por qué, me atraen aunque no deberían. Es posible que tenga algún tipo de problema. Las cosas como son: me gusta el gore.

Aquel cine que muestra auténticas barbaridades que son capaces de hacerse unas personas a otras capta mi atención de una forma poco razonable. El ejemplo más típico y que todo el mundo conoce es la saga de SAW. La trama en sí, película tras película, es infumable. Pero las atrocidades que se muestran son tan hipnóticas...

Ya os he dicho que debo tener algún tipo de trastorno. Mi estómago está hecho a prueba de bombas en ese sentido. Prueba de ello es la crítica que hice a la película de A Serbian Film, que no os recomiendo ver si no tenéis algo de insensibilidad con estas cosas. Y digo prueba de ello, porque de hecho me supo a poco, a pesar de las increíbles barbaridades que muestra la película, basadas en la fama del país que le da nombre. "La película está muy bien llevada, y trata incluso con cierta delicadeza las escenas realmente fuertes (...) Sin duda entra en el top de las pelis más gores, pero esperaba incluso más salvajismo por lo que había oído de ella (me ha decepcionado un poco)".

Para entender mi afición por este género cinematográfico es importante comprender la diferencia entre cine gore y snuff. Podemos resumirlo en una frase: el snuff es real. Las bestialidades son menos bestiales cuando sabes que son maquillaje y efectos especiales.

Puestos en antecedentes, y entrando en el tema que nos ocupa, hoy me he traumatizado. He visto muchas cosas en mi vida, algunas realmente bestiales, pero hoy he perdido un pedacito de alma.

Os preguntaréis que ha podido ser tan horrible. Cierta personita compartió conmigo un enlace a una página web (que no voy a compartir porque no me parece apropiado, pero si alguien está muy interesado se la puedo facilitar) planteándome un reto: a ver cuántos niveles eres capaz de aguantar.

Consistía en ver una serie de vídeos, de corta duración. Para pasar al siguiente nivel tenías que ver el vídeo hasta el final. Bastante simple, una tontería, 20 niveles. Primer vídeo, alguien se disloca un brazo. Le pasa a todo el mundo, nada raro. Siguiente vídeo.

En general son vídeos un poco tontos. En principio reales. Podríamos calificar a los protagonistas como torpes o idiotas en la mayoría de los casos. Algunos bastante asquerosos, todo soportable. Aparece el primer vídeo en el que claramente el protagonista "parece" morir. Bah, no puede ser completamente real, sigue siendo un vídeo, algo ajeno a mí. Mmm, vaya, en el siguiente también muere alguien. se ve como deja de moverse. Bueno, no es para tanto. Otro más, unas vías del tren, alguien que no consigue apartarse antes de que le arrollen... Accidentes.

Y sigo, tengo estómago. Nada me afecta. Já. Toda regla tiene su excepción. Nivel 19. Durante un segundo lo hice, tuve que apartar la mirada de la pantalla. Una de esas escenas que te rompen algo por dentro, de la forma en la que se te rompe cuando tienes la certeza de que lo que ves es real, y es el final. Hay ciertas cosas con las que no se juega, y ver como una persona acaba con la vida de otra, buscando su sufrimiento en el proceso, es una de ellas. Me da tanto respeto que no quiero ni contaros lo que se veía. He de decir que sí vi todo el vídeo, y llegué al final del 20 con éxito...por llamarlo de alguna forma.

La web al principio parecía un juego, algo entre amigos, vamos a ver quién lo pasa peor viendo alguna que otra cosa asquerosa. Pero no lo es, ciertas cosas hay que tomárselas en serio. Cuando hablamos de personas que de verdad hacen daño, que asesinan y lo graban en vídeo para mostrárselo al mundo, lo último que hay que hacer es compartirlo. Y en base a este criterio no adjunto ningún link ni os narro lo que ocurría.

En realidad, lo que me ha traído hasta aquí no ha sido tanto mi propio trauma, aunque reconozco que llevo toda la tarde recordando los segundos más escalofriantes del vídeo en cuestión. Lo que me ha dado ganas de escribir ha sido la reacción de mis amistades más cercanas ante este mismo "juego".

Mientras yo me quejaba de los detalles estremecedores que no dejaban de repetirse en mi mente, ellos me repetían cosas como "no es para tanto", "la calidad del vídeo no era demasiado buena así que tampoco da tanta impresión", "da un poco de asco, eso es todo", o incluso "esas cosas pasan todos los días, a mí no me sorprende". Y lo repetían aún después de llegar al consenso de que lo que habíamos visto era real. Es probable que si lo vierais vosotros también tuvieseis la misma opinión.

La clave que quiero resaltar con este post es la increíble insensibilización de nuestra sociedad.  La gente me considera rara por gustarme el cine gore. Sin embargo les parece más normal ver vídeos snuff como pasatiempo en una web, sea en las condiciones que sea. Puedo comprender el morbo, compartirlo incluso. Por eso veo cosas falsas que recrean situaciones macabras. Pero la realidad no puede dejar de aterrarme. Y no debería dejar de hacerlo nunca.

1.11.15

Una rosa por tus pensamientos

Halloween es una noche hermosa y a la vez muy triste. Recordamos a todos esos seres que ya no están aquí, los homenajeamos. Este año, este es mi homenaje. 

Antes me levantada cada año el día de todos los santos lista para un viaje en coche y una visita al cementerio. Una misa banal, en la que un cura no decía nada relevante, y diez minutos ante una tumba con el resto de la familia alrededor. 

Realmente me gustaba. Era un día triste, un día dedicado al recuerdo. Un día en nuestras ajetreadas vidas para recordar a esa gente que nunca conociste pero sin los que tu vida no hubiese sido igual. Y, lo que es más, un día de tristeza compartida. Un día al año en el que toda la familia dedicaba junta unos minutos a sentir la misma pena, a no olvidar a los que ya pasaron a la historia. Un día con la esperanza de estar en el futuro en el mismo sitio, viendo la escena desde el otro lado, viendo como aún eres recordado. 

Me entristeció sobremanera el primer año que no pude cumplir con nuestro ritual. Mi padre sigue llamándome para contarme como deja una rosa roja en la tumba de su madre. Yo ya no le acompaño, pero no puedo olvidar esta fecha ni lo que significa para mí. 

Aspiro a pocas cosas en esta vida, quizás la única que de verdad me importa sea dejar una familia en este mundo, cuando me vaya, que se reúna en torno a mi tumba a recordar con tristeza las cosas buenas que hice por ellos. Que me recuerden de la forma en que yo os recuerdo. Y que me lleven una rosa roja. 

12.10.15

#12octFiestaNacional

Los que me conozcáis sabéis que no entro en la definición de una persona patriota. Soy una roja de pies a cabeza, y ver banderas de España por todas partes no es algo que me resulte muy agradable. Pero no estamos aquí para hablar de eso.

Hoy es la fiesta de la nación, o en este caso preferiría decir la fiesta del país. Es lógico usar para simbolizar esta fiesta la bandera del país, y no vengo a quejarme de eso, sino de la forma en que al parecer hay que festejar el pertenecer a este país.

No me gusta decir "la fiesta de la nación" porque creo que España se compone de un conjunto de naciones, y por tanto, ¿cuál de las naciones se festeja entonces, si sólo festejamos una? Nos olvidamos de la variedad que tenemos, y dejamos cabida sólo a un tipo muy concreto de ciudadanos.

El concepto de estar "orgulloso" de ser español tampoco me convence, por las connotaciones que implica esa palabra en la mente de muchos. Me gusta mi país, estoy cómoda en él con algunas cosas, y con otras no tanto. Es mi casa, y lo echo de menos si me voy. Me gusta hacer bromas sobre vascos y andaluces, sobre leoneses y pucelanos, sobre madrileños y el resto del mundo, y la fabada asturiana, la paella valenciana y el pan tumaca. Me gusta "presumir" de las cosas buenas que tenemos, y también me quejo mucho de todas aquellas cosas que no me gustan. Por tanto no es un orgullo incondicional, no lo hacemos todo bien, pero tampoco me arrepiento de ser de donde soy.

A donde pretendo llegar es a explicar mi descontento con la asociación de fiesta del país y fiesta militar. Me parece una magnífica idea tener un desfile, del que todos los españoles puedan sentirse "orgullosos", y entiéndase este término en la forma en que lo he desarrollado anteriormente. Pero todos. A los que les gusta la institución militar y a los que no. a los que les gusta la monarquía y a los que no. Porque nuestro país tiene muchas más cosas de las que enorgullecerse que esas. muchas otras cosas que de verdad nos unen.

En un momento tan complicado como el actual, me parece que debemos recordar que somos un conjunto de gente muy diversa, que piensa de formas distintas. Y una fiesta como esta debería ser inclusiva, para todos ellos, en lugar de seguir promoviendo el mismo modelo de festejo desde la época franquista.

Nos queda mucho por aprender. Seguimos viendo a los de ideas contrarias como nuestros adversarios, como una guerra fría que nos permite vivir tranquilos pero siempre alerta. Va siendo hora de cambiar algunas cosas, ¿no?

Para finalizar, me gustaría proponeros una pequeña reflexión sobre el tema, que podréis dejar en un comentario si queréis. ¿Qué incluiríais en la fiesta del país para que fuese una fiesta que nos incluyese a todos? Os invito a pensar en positivo, con ilusión, dejando a un lado los presupuestos y los odios e intolerancias. Muchas gracias, como siempre, por leerme.

1.9.15

La verdad que oculta el sueño

Hoy ha sido otro de los muchos días en que me he despertado recordando cada detalle de lo que he soñado. Me pasa con bastante frecuencia, y por lo general no me afecta demasiado. Como mucho, a veces dudo si algo que recuerdo pasó en realidad o formó parte del sueño. Pero al final la lógica siempre soluciona ese problema.

Esta vez ha sido uno de esos sueños que hacen que no te quites la pena de encima en todo el día. Un sueño en realidad muy hermoso, muy peliculero, y muy triste. Un buen drama romántico de esos que si me quisieseis llevar al cine a verlo os mandaría a la mierda. Pero claro, es distinto que la industria cinematográfica te intente vender una trama absurda a que lo haga tu subconsciente.

Lo malo viene al despertar. Al darte cuenta de que todo ha sido un producto de tu imaginación, que te demuestra una vez más que no has sido capaz de pasar esa página de tu vida. Como si yo misma quisiera atormentarme eternamente.

No tengo ni idea de por qué escribo esto, pero quiero convencerme a mí misma de que estas cosas me van a dejar de importar tanto. Es absurdo sufrir por algo que tan solo has imaginado, claro que la peor parte es lo que esto oculta. Nunca aprendí a pasar página. Aún siento sobre mis hombros todos los momentos que he compartido en mi vida, como un peso. Un peso que debería ser alegre pero se torna triste y resulta insoportable.

Me siento como en una constante lucha entre los personajes de "Inside Out" Alegría y Tristeza. Pretendo ser optimista y seguir con buena cara, hasta que todo se desmorona y no puedo más. Así en un ciclo infinito que se repite día tras día, mes tras mes y año tras año.

Siempre he considerado la tristeza un sentimiento muy importante porque nunca me he desprendido de él. Y es cierto que en muchos momentos consigo conciliar esa tristeza y añoranza con la alegría de saber que aquello que pasó fue hermoso cuando fue. Pero resulta demasiado fácil perder el norte y volver a caer.

No consigo despegarme de esta lucha interna aunque sé que la solución es que la lucha se transforme en convivencia. ¿Y cómo se hace eso? Se aceptan consejos.

10.8.15

¿Y esto es culpa nuestra?

Ayer estuve leyendo twitter, como suelo hacer cada noche antes de dormirme ya tumbada en la cama.

Me encontré con una serie de tweets bastante duros de distintas personas compartiendo sus experiencias personales, que podéis ver retwitteados aquí: https://twitter.com/yungflaca666

Al principio pensé "qué bien que la gente que ha sufrido abusos a una temprana edad se decidan a compartirlo por las redes sociales, para darle visibilidad y a la vez ayudarles a superarlo con el gran apoyo que está generando".

Pero seguí leyendo, y empecé a verme reflejada en muchas de las historias. Porque, ¿a quién de vosotras no os ha seguido alguna vez un chico por la calle haciendo comentarios de índole sexual no muy agradables?, ¿a quién no se le ha arrimado demasiado alguien en el autobús o metro?, ¿quién no conoce la historia de algún profesor de educación física que se pasaba tocando a sus alumnas?...

Podría seguir poniendo ejemplos de esos, pero ya los conocéis. Es algo que todos sabemos, pero a lo que no damos mayor importancia. "Son cosas que pasan". Siempre hay un salido de turno que persigue a una chica por la calle. ¿Y eso es culpa nuestra? Nos han enseñado a nosotras a tener miedo al mundo para protegernos y evitar que nos "pasen cosas malas". Si voy sola por la calle tengo miedo. ¿Debería tener miedo?

Bueno, después de divagar un poco, me acosté, algo indignada con nuestra sociedad, que me ha creado una mujer con miedo por ser mujer. Pero lo cierto es que no recordaba ningún momento en el que sintiese auténtico acoso por parte de nadie. Es algo tan interiorizado en mi forma de ser, que no podría contaros las veces que alguien me ha mirado de forma obscena por la calle o me ha hecho algún comentario. Lo que tienes que hacer, mujer, es agachar la cabeza y seguir andando, como si no pasara nada.

Al levantarme esta mañana seguía reflexionando sobre este tema, y de repente me vino a la memoria el recuerdo de una noche en la que salí de fiesta con unos amigos. La típica noche en la que das una vuelta y te tomas un par de copas. Al acabar la noche mis amigos cogieron su bus nocturno para volver a casa y yo volví andando tranquilamente ya que vivo bastante cerca de la zona de bares de mi ciudad. De camino me entraron ganas de fumarme un cigarrillo, y no encontraba el mechero. Vi a un grupo de chicos y se me ocurrió acercarme a pedirles fuego (qué dices, insensata, tú sola por la calle, y te acercas a un grupo de chicos, vas pidiendo que te violen...). Los chicos en cuestión tenían ganas de fiesta, y en vez de darme fuego se pusieron a tontear conmigo. Yo les aguanté el tonteo con la intención de que finalmente me diesen fuego y así poder irme con mi cigarro a otra parte. Ese "tonteo" consistió en proposiciones sexuales a las que dije que no rotundamente, incluyendo un "bukkake", hasta que uno de ellos decidió tocarme los pechos, así sin más y sin ningún tipo de consentimiento por mi parte. Finalmente conseguí que me diesen fuego y me despedí de ellos, continuando el camino a mi casa.

Me quedé un poco en shock al recordar esta anécdota, a la que no he dado importancia en ningún momento de mi vida, hasta el punto de que es la primera vez que se la relato a nadie. Lo peor de todo es que lo primero que pensé fue "es culpa mía por acercarme a hablar a un grupo de chicos a las tantas de la mañana". Luego recordé que ocurrió un mes de enero, y que acorde a la época llevaba unos pantalones largos y un abrigo largo abrochado de arriba a abajo, y pensé en todos esos comentarios tan sonados de "es que vestís como putas, lo vais pidiendo". Y me dije a mí misma, ¿lo ibas pidiendo? ¿en algún momento hiciste algo a esos chicos que les hiciera pensar que querías que te propusieran sexo grupal y que te tocaran los pechos? ¿realmente fue culpa tuya? ¿es normal que esos chicos actuaran así conmigo?

Y lo que es mejor aún, ¿por qué lo has ocultado estos años? Me imagino contándoles a mis padres todo lo que he escrito aquí, y también imagino a la perfección la bronca que me caería por "ir sola" y por "acercarme a unos chicos". Estoy algo cansada de los comentarios que equiparan el feminismo al machismo, y de los "no todos los hombres son así". Me he decidido a escribir esta entrada porque hoy me he dado cuenta de que a TODAS nos han pasado cosas así, que nos han hecho sentir vergüenza e incomodidad, y lo mejor de todo es que lo ocultamos porque estas cosas pasan todos los días. Me podéis explicar vosotros por qué me tiene que dar vergüenza a mí que un chico me haga un comentario obsceno por la calle, ¿y a él no le da vergüenza?.

No se puede defender la postura de que el machismo se limite a unos pocos hombres que maltratan a sus novias. El problema de nuestra sociedad es mucho más hondo. Porque la mujer no tiene que sentirse culpable por todas las acciones de otros sobre ella, no son provocadas. Y, por no ser provocadas, no se evitan encerrando a todas las mujeres en sus casas. Los hombres tienen que aprender a ver cuándo están haciendo sentirse incómoda a una mujer, y ser capaces de ponerse en su piel.

Para concluir, que ya me ha quedado una entrada bastante larga, os invito a ver el siguiente corto, en el que los personajes masculinos interpretan papeles femeninos y viceversa. Es curioso ver lo extraño que resulta cuando una de esas situaciones que todas las mujeres hemos vivido la sufre (en este caso de forma ficticia) un hombre. Creo que ayuda muy bien a entender lo absurdo que es.


Os invito a dejar vuestra opinión, y a comentar (tanto si sois hombres o mujeres) anécdotas similares que hayáis vivido, o que hayáis hecho vivir a otras personas. Sólo haciendo público todas esas cosas que ocultamos en nuestro interior podemos hacer que los demás conozcan la realidad de nuestra sociedad, y al conocerla entre todos podamos cambiarla.

Muchas gracias por la lectura, y un saludo a todos.