8.12.15

Hoy he estrenado mantita #7DElDebateDecisivo

Pues hoy he estado viendo el debate del grupo Atresmedia. Y sí, la entrada se titula "hoy he estrenado mantita" porque es lo más interesante que os puedo contar sobre lo que ha pasado esta noche. En cuanto al debate, me cuesta encontrar algo que merezca la pena comentar, de verdad. Por eso esta noche ningún partido político (o candidato/representante) ha ganado, nadie ha destacado ni respecto a los demás ni respecto a despertar un nivel mínimo de interés en el espectador.

Aunque intentaremos analizar un par de cosas. En primer lugar, diré algo sobre los candidatos, que seguro que es lo que más os interesa a todos. Cabe destacar en primer lugar la aparición de una representante del Partido Popular, que en mi opinión ha llevado al resto de candidatos a focalizarse en el "ahora tengo a alguien del PP delante al que echarle en cara todo lo que antes tenía que decir al aire". Y todo sea dicho, ella lo ha defendido muy bien. No porque me haya creído una sola palabra de lo que ha dicho, que no lo he hecho, porque ya he escuchado bastantes cifras estos años como para saber qué información se esconde detrás de las cifras; sino por su convencimiento, ya que la clave para convencer a otro de tu basura es creértela.

En cuanto a los demás candidatos, muy brevemente, diré que:
Pedro Sánchez se ha venido muy arriba, apoyado en la fuerza de tener a su adversario claro de pie frente a él, y que gracias a dios ha venido más preparado con alguna propuesta con más cuerpo, aunque muy en su línea;
Albert Rivera de nuevo ha resultado muy cómico por su nerviosismo, con los mismos planteamientos de otros debates y sin añadir nada nuevo, y aunque es aplicable a los demás, es curioso lo mucho que juega en su contra no disponer de un atril tras el que guarecerse;
Pablo Iglesias, al que elogié en mi anterior entrada (aprovecho para meter publicidad y recomendaros que leáis la anterior entrada sobre el debate del 1D organizado por El País) por la claridad con que había enfocado sus respuestas centrándose en las propuestas, y por su minuto final pidiendo democracia, esta vez ha resultado ser uno más, diciendo lo mismo de siempre, sin mencionar apenas propuestas, y con un minuto final de retahíla de motivos por los que no votar a los demás, de verdad, por favor, ya lo sabemos, dejad de atacaros.

En segundo lugar me centraré en el poco jugo que se le puede sacar a esta experiencia: el formato del debate. Para los que no lo hayáis visto, el debate se desarrollaba de una forma normal a excepción de los turnos de palabra, que no estaban limitados. Esto implica que cada candidato podía hablar tanto tiempo como quisiera, y el turno pasaba de unos a otros, normalmente, "por alusiones".

Me parece una pésima forma de debate, en base a lo acaecido. Quizás, de forma teórica, permite un debate mucho más libre y más fluido. Pero en la práctica hemos podido observar a candidatos que no saben debatir, que se atacan constantemente y se pisan los turnos de palabra, que no bajan a la realidad del tema que se aborda y que intentan pasar cada tema dando motivos por los que quedar por encima de sus contrincantes.

Esto es, en gran medida, culpa de los cuatro participantes, por la incapacidad de todos ellos de llevar a cabo un debate real, en el que cada uno plantee sus posturas, y las defienda ante los demás, y las argumente. Por tanto sí, esto se debería decir más, nuestros candidatos políticos no saben debatir, y no me quiero imaginar cómo debe ser una jornada de un día cualquiera en el Congreso.

Pero ante esa incapacidad, y ante la imposibilidad de enseñarles a debatir de verdad, creo que no queda más remedio que cosificar más la estructura de debate, para obligarles a bajar a la realidad de las preguntas y, por tanto, tener una labor más fuerte por parte del moderador, por muy fea que quede esa figura del moderador cortante que guía, estructura, y repregunta cuando se evita dar respuesta.

Yo, no se vosotros, no veo un debate para que me recuerden los casos de corrupción que han aflorado los últimos años, o el número exacto de desempleados que hay actualmente y que había hace cuatro años, de eso ya se habla todos los días en los telediarios y no necesito a un representante político para que me lo diga a falta de dos semanas para las elecciones.

Yo veo un debate para comprobar los puntos de vista de esos representantes sobre los temas que de verdad me preocupan. Y esto significa verles posicionarse, y verles justificarse. Quiero oírles decir por qué apoyan sus medidas y no las de los otros partidos, en qué se basan, y quiero ver cómo defienden ante personas con pensamientos totalmente opuestos a los suyos por qué sus medidas son las mejores para el país.

Y eso es lo que quiero ver, mientras los debates sirvan para escuchar una y otra vez las mismas frases propagandísticas o de ataque hacia los otros candidatos, mi interés será nulo. Así que sí, hoy he estrenado mantita, es super suave y calentita, y muy bonica además. Las noches que voy a pasar en el sofá con ella no viendo más debates políticos.

2 comentarios:

  1. Me gusta mucho la estructura circular de tu reflexión. Esa mantita no se merece sufrir con más debates políticos sin interés alguno.
    Eso es algo por lo que, la verdad, no he visto el debate: todo es muy repetitivo. Vivimos en un mundo en el que los demás tienen que echar por tierra los argumentos de los demás para ensalzar los suyos, y así nos va. Yo necesito algo fresco y argumentos frescos. Necesito que me convenzan el por qué de sus medidas. No sé si Garzón habría o no dado la talla, pero sin haber sido invitado ha sido el que más fue mencionado durante el debate del otro día. ¿Eso le ayuda?
    El problema es que muchos no han estudiado para esto. Gente como Pablo Iglesias y Garzón se supone que sí: la retórica. Este es un recurso muy importante para poder convencer a los demás (una filóloga te lo dice).
    Un saludo y sigue reflexionando ;)

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  2. Una reflexión muy bien trazada. Sin embargo, quería detenerme a comentar un punto de la misma: el de oírles decir por qué apoyan sus medidas y no las de otros partidos. Simplemente porque existen intereses contrapuestos y si alguno entra a decir por qué apoya cierta medida, cierto recorte, etc, repercutiría negativamente en su campaña. Sin embargo, si que ha habido un par de ocasiones en que se han compartido opiniones, por ejemplo la de llegar a un gran pacto por la educación pública, donde coincidían Podemos o Ciudadanos, o cuando se habló de la guerra contra el ISIS, en la que Iglesias no estaba de acuerdo con bombardear Siria y dijo que la solución pasaba por cortar sus fuentes de financiación y producir el aislamiento. Por lo demás, coincido en que no es un debate al uso, pero ya están tan acostumbrados en política a atacarse los unos a los otros que ya es considerado como algo normal. Un saludo!

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