1.11.15

Una rosa por tus pensamientos

Halloween es una noche hermosa y a la vez muy triste. Recordamos a todos esos seres que ya no están aquí, los homenajeamos. Este año, este es mi homenaje. 

Antes me levantada cada año el día de todos los santos lista para un viaje en coche y una visita al cementerio. Una misa banal, en la que un cura no decía nada relevante, y diez minutos ante una tumba con el resto de la familia alrededor. 

Realmente me gustaba. Era un día triste, un día dedicado al recuerdo. Un día en nuestras ajetreadas vidas para recordar a esa gente que nunca conociste pero sin los que tu vida no hubiese sido igual. Y, lo que es más, un día de tristeza compartida. Un día al año en el que toda la familia dedicaba junta unos minutos a sentir la misma pena, a no olvidar a los que ya pasaron a la historia. Un día con la esperanza de estar en el futuro en el mismo sitio, viendo la escena desde el otro lado, viendo como aún eres recordado. 

Me entristeció sobremanera el primer año que no pude cumplir con nuestro ritual. Mi padre sigue llamándome para contarme como deja una rosa roja en la tumba de su madre. Yo ya no le acompaño, pero no puedo olvidar esta fecha ni lo que significa para mí. 

Aspiro a pocas cosas en esta vida, quizás la única que de verdad me importa sea dejar una familia en este mundo, cuando me vaya, que se reúna en torno a mi tumba a recordar con tristeza las cosas buenas que hice por ellos. Que me recuerden de la forma en que yo os recuerdo. Y que me lleven una rosa roja. 

2 comentarios:

  1. Muy bonico y todavía me queda más claro que tienes que ver Loreak; Memoria y flores

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  2. De verdad me ha conmovido esta entrada jamba. Me ha gustado mucho cómo has abierto una experiencia que es tan común y vital como es la muerte de un ser querido o un antepasado (sin ese antepasado tú no serías lo mismo, o quizás no serías tú).
    Un beso <3

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