Yo tampoco lo considero un defecto. Actualmente se tiende a asumir que ciertas formalidades sociales son negativas. A mí algunas no me lo parecen. No entiendo por qué no debo pedir perdón cuando me olvido de contestar a alguien durante media hora, o cuando me despisto mientras me hablan, o cuando dejo un regalo traído del extranjero (por segunda vez) en casa.
Entiendo que la confianza da precisamente esa libertad de no ser presa de las formalidades. Pero prefiero creer que por manías como esa la convivencia se hace mucho más fácil, para ambos.
Que si, vale, se que a veces cansa oír tantos "lo siento", supongo que tanto como mis "no, no me acuerdo", y sé que las manías tarde o temprano son odiosas. Igual que sé que, por ser manías, no son algo de lo que me pueda deshacer. Espero que lo entiendas.
Para Anabel, y sus "boba" ;)
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